Especialista en cáncer de piel en Cd. Juárez

El cáncer de piel es una afección que se desarrolla en la piel debido al crecimiento anormal de las células cutáneas.

Tipos de cáncer de piel

Existen tres tipos principales de cáncer de piel, cada uno con características y riesgos específicos:

Carcinoma basocelular: El carcinoma basocelular es el tipo más común de cáncer de piel. Suele desarrollarse en áreas de la piel expuestas al sol, como el cuello o el rostro. A menudo se presenta como una protuberancia o una úlcera que no cicatriza. Aunque tiende a crecer lentamente, es importante tratarlo para prevenir daños adicionales.

Carcinoma espinocelular: El carcinoma espinocelular también se origina en la piel expuesta al sol y se manifiesta como una lesión que puede parecer una costra o una úlcera. Aunque suele crecer más rápido que el carcinoma basocelular, se puede tratar eficazmente si se detecta a tiempo.

Melanoma: El melanoma es el tipo más grave de cáncer de piel y se desarrolla a partir de los melanocitos, las células responsables de la pigmentación de la piel. Puede surgir en áreas no expuestas al sol y a menudo se presenta como un lunar o una mancha de color irregular. El melanoma es altamente agresivo, pero la detección temprana mejora significativamente las posibilidades de cura.

Opciones de tratamiento

El tratamiento del cáncer de piel depende del tipo, tamaño y profundidad de la lesión. Las opciones de tratamiento pueden incluir:

Congelación (Criocirugía): Para lesiones pequeñas y precancerosas, se puede utilizar nitrógeno líquido para congelar y destruir el tejido anormal. El tejido muerto se desprende durante la descongelación.

Cirugía por escisión: La cirugía por escisión implica la extirpación del tejido canceroso junto con un margen de piel sana circundante. Es adecuada para varios tipos de cáncer de piel.

Cirugía de Mohs: Este procedimiento se utiliza para cánceres más grandes o recurrentes, y se realiza capa por capa para eliminar las células cancerosas sin extirpar excesivamente piel sana.

Radioterapia: La radioterapia utiliza rayos X de alta energía para destruir las células cancerosas y puede ser una opción cuando la cirugía no es suficiente.

Quimioterapia y terapia fotodinámica: Estas terapias se utilizan en casos específicos, ya sea aplicando agentes anticancerosos directamente en la piel o utilizando luz láser en combinación con medicamentos sensibilizadores.

Terapia biológica: La terapia biológica estimula el sistema inmunitario del cuerpo para combatir las células cancerosas.

La elección del tratamiento dependerá de la evaluación de un médico especializado en dermatología. La detección temprana y el tratamiento adecuado son clave para la recuperación exitosa del cáncer de piel.